Laura caminó por el pasillo deseando no haber tenido la necesidad de volver allí. La oscuridad aún era dueña de todos los espacios. Quiso, pero no pudo encender la luz. Con pasos vacilantes se dirigió hasta el último departamento de la izquierda. Probó todas las llaves del manojo que le había facilitado la dueña , antes de acertar con la que abría la puerta. Habían cambiado la cerradura. Cuando al fin consiguió entrar, los recuerdos se agolparon en su mente. Por la ventana de la cocina comenzaba a entrar una suave luz. Pensó que cada mudanza era morir un poco. Recorrió cada ambiente buscándolo. Cuando entró en el dormitorio, se dijo a sí misma que seguramente en sus paredes estarían registradas todas las angustias y tristezas que había vivido allí en los últimos tiempos. Menos mal que todo había terminado. Se dirigió al placard. Al final lo encontró, en el último cajón, al lado de la fotografía. Lo guardó en su bolso y luego observó por un momento la foto. La tomó en sus manos, la cortó al medio, buscó su encendedor y quemó la mitad en la que aparecía su ex marido.
Al salir del departamento se sobresaltó. El ruido provenía del interior del bolso. Era el radio-reloj que había comenzado a sonar puntualmente.
Saludos mañaneros, querida Maribe.
ResponderEliminarCualquier momento en la vida es puntual para iniciar un cambio, aunque resulte doloroso, después de la inversión de tiempo y emociones.
Me gusto mucho este relato.
Cuídate mucho, nos seguimos leyendo.
Hola MB.
ResponderEliminarLeí el cuento unas tres veces. Es mi costumbre, pero algunos puntos sobre Laura:
Supuestamente las paredes deberían sugerir también momentos alegres, dichosos y/o felices.
Si, mudarse es una de las situaciones más estresantes que hay.
Justo sonó en ese momento?
Todo pasa.
Saludos.
Daniel.
El reloj le recordó lo que estaba dejando atrás.
ResponderEliminarCualquier cuento con una protagonista q se llame Laura es impecable !!!
ResponderEliminarmás si es una de la q se olvida cosas jaja
ey, muy bueno che, esta faceta no te la conocia, la de los cuentos cortos, clap clap
Y que todo siga bien tu mundo!!!!
ja, besotes xx
Es muy cierto, Maribe, lo planteado en tu relato. Las mudanzas por sí solas ya producen estrés. Si a ello le agregamos la historia de la protagonista las angustias se verán duplicadas.
ResponderEliminar...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
DESDE MI MUNDO Y ALGUNAS COSAS MAS
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE BLADE RUUNER ,CHOCOLATE, EL NAZARENO- LOVE STORY,- Y- CABALLO, .
José
ramón...
Hola Pherro:
ResponderEliminarHay momentos en que hay que dar vuelta la página, no?
Nos leemos..
Saludos!
Daniel:
Algunas veces los momentos tristes predominan sobre los alegres...
Saludos
Hola Malque:
Es cierto, y le recordó que había que empezar un nuevo día..
Un beso
Lauri:
Te robé tu nombre...pero bueno, como te dije: ¡todo está bien en mi mundo! Já!
Besos
Hola Rudy:
Las mudanzas y los divorcios producen mucho estrés...
Gracias por pasar!
Un beso
José Ramón:
Me encantaron tus versos!!!
Bienvenido a mi blog!
Saludos cordiales
Maribe