"Al lugar donde has sido feliz,
no debieras tratar de volver".
En Buenos Aires está toda mi familia (mis padres, hermanas, etc) y amigos que conservo desde la adolescencia.
Volver a reencontrarme con todos ellos y recorrer esos paisajes urbanos, en un primer momento me llenó de cierta nostalgia, que con el correr de los días, se fue transformando en una profunda alegría....
La verdad es que disfruté muchísimo de todo: de las charlas, las risas, los mates compartidos. Disfrute también sumarme a ese febril andar de todos los porteños, deliciosas cenas en distintos barrios porteños como San Telmo, La Boca, Recoleta, Puerto Madero...
Pero sobre todo llenaron mi corazón de recuerdos hermosos, los paseos por Adrogué, por sus calles bordeadas con plátanos enormes que enredan sus ramas formando un túnel verde...
Mi querido Adrogué, donde pasé mi infancia y mi adolescencia...Donde viví hasta que me casé.
También fue bueno volver a mi casa en las Sierras Cordobesas, con mi familia...
Ignoro el porqué Sabina escribió esa frase que cité al comienzo de este post...
Lo que sí sé es que ambos viajes, tanto el de ida y como el de regreso, me llevaron a lugares donde fui y soy feliz...