Mis amigos...

jueves, 3 de octubre de 2013

Una historia china....





Admiro las historias chinas son mi debilidad, siempre tienen moralejas que te llegan tan profundo como si fuesen clavadas por una espada....

Erase una vez un anciano que tenía un caballo para que lo ayude a labrar la tierra y poder cultivar su campo. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano se acercaban para darles las condolencias y lamentar su desgracia, el anciano les dijo: -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?

Una semana después, el caballo volvió con una manada de caballos salvajes; tantos que aquella miserable finca paso a ser una de las que mas animales poseía. Entonces los vecinos felicitaron al anciano por su buena fortuna. Este respondió de idéntica forma: -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?

Cuando el hijo del anciano intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió la pierna. Todo el mundo consideró eso como una desgracia. No así el anciano que se limito a decir una vez mas: -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?

Una semana mas tarde, el ejercito entró al poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del anciano con la pierna rota, lo dejaron tranquilo ¿Habia sido buena suerte? ¿mala suerte? ¿Quien sabe?

Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser el disfraz del bien , ya decía aquel viejo refrán, tan viejo pero tan usado “Las apariencias engañan”. Y viceversa: Todo lo que parece bueno a primera vista puede terminar siendo algo dañino que puede dejar cicatrices para toda la vida.

Seriamos más sabios si dejáramos de juzgar las cosas de buenas a primera y agradeciéramos las cosas que se convierten en bien, aunque en principio no lo parezcan.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails