Mis amigos...

lunes, 28 de junio de 2010

Esa noche llovía

Esa noche llovía. Se había acostado más tarde que de costumbre. Como a las tres, se levantó para ir al baño. Iba como siempre, descalza. Escuchó un ruido extraño que parecía provenir del patio de atrás. Tal vez fuera el gato del vecino o alguna rata. Era raro que la perra no ladrara. No había encendido las luces para no despertarse del todo, pues era casi seguro que pasaría toda la noche en vela pensando y pensando -siempre lo mismo- acerca de la rutinaria vida que llevaba. Trató de volver a la cama, tanteando en la oscuridad.
Fue entonces cuando lo vio,  justo en medio del pasillo, frente a la estufa. Mejor dicho lo presintió, porque lo que se dice ver, no veía nada. Pero parecía un hombre alto, quieto, acechándola. Por un segundo pensó que era muy tonta por asustarse de esa manera. De pronto pisó con el dedo gordo del pie derecho algo que crujió y que era a la vez frío y pegajoso. Y ahí nomás pegó un grito y retrocediendo, dió media vuelta y se dio de lleno con el canto de la puerta, cayendo como una bolsa de papas, para terminar desparramada en el piso frío de baldosas rojas.
Cuando abrió los ojos, tirada en el suelo, muerta de frío y dolorida por los golpes, ya era de día. Frente a la estufa estaba el toallón que colgaba de la puerta del ropero, y que ella había colocado la noche anterior ahí para que terminara de secarse.  
Y entonces la vió, casi al lado de su oreja izquierda: una enorme cucaracha negra aplastada.

jueves, 24 de junio de 2010

Pronto, muy pronto

Como estoy con exámenes y presentaciones de trabajos prácticos, es como que no he registrado que el viaje está muy próximo y que muy pronto dejará de ser un proyecto para convertirse en realidad...

La veo crecer cada día a través de la pantalla de mi PC.
(Claro que no es lo mismo...)
Hace un montón de monerías. Su mamá le canta "qué linda manito que tengo yo..." y ella sonriente las mueve. Está ensayando sus primeras palabras... Gatea por toda la casa y busca apoyo para pararse. En cualquier momento comenzará a caminar solita...

Sus papás, ¡felices!

Pronto, muy pronto...Podré darle unos cuantos besos ruidosos en esos cachetes regordetes y la abrazaré con fuerza, apretándola contra mi pecho...

En menos de un mes cumple su primer añito y si todo va bien, voy a estar ahí para festejarlo con ellos!

¡Qué bueno! Emma está creciendo rodeada de amor, fuerte y hermosa...





PD: Un pañuelo por favor...que a la abuela se le cae la baba, jajaja!

martes, 22 de junio de 2010

Decisión


Tomó entre sus manos el libro que había encontrado. Había estado debajo de esos papeles todo ese tiempo, en el cajón izquierdo del escritorio. Lo abrió y volvió a leer la dedicatoria. La letra fuerte, vigorosa mostraba su personalidad, esa forma de ser que la había enamorado desde el primer momento.
La rosa guardada entre sus hojas casi se deshizo al querer verla de cerca. Atrás habían quedado sueños rotos y un pasado vivido intensamente.
Habían sido amantes...Demasiado poco tiempo. Recordó aquellas dudas:
¿Acaso alguien le aseguraba que esa  nueva vida que él le proponía no iba a convertirse en una relación tediosa como el matrimonio que tenía?
Miró por la ventana. Ya nada era igual.
Sintió los pasos que llegaban hasta su lado. Sin mirarlo le preguntó:
-¿Te acordás cuando me regalaste este libro? Fue la dedicatoria que escribiste para mí la que me impulsó a dejarlo todo...No me arrepiento.
El abrazo y el beso en su cuello la estremecieron.

sábado, 19 de junio de 2010

Arte digital

El arte digital es una disciplina de las artes plásticas que comprende obras en las que, a través de técnicas muy diversas, se usan elementos digitales, tanto en el proceso de producción como en su exhibición.
Tengo que presentar un trabajo práctico en la Facultad utilizando estos medios, por lo cual, estos últimos días estuve intentándo lograr algo...

He aquí algunos de los primeros "collages digitales" que surgieron...


Estos primeros pasos en el manejo del programa Adobe Photoshop  pude darlos gracias a mi hija mayor que es diseñadora de interiores y que se encuentra viviendo en México. Con gran paciencia me explicó el uso de diferentes herramientas del programa, mientras conversábamos a través de la web...

lunes, 14 de junio de 2010

Algun día nunca llega




-Yo sé que soy un poco cambiante. Que primero te digo una cosa y después otra. Teneme paciencia por favor-.
Mariana decía todo esto mirando fijo el llavero con el que jugaba. Sergio la miraba con ojos extrañados en la pantalla del monitor. A veces les costaba entenderse. Pero en general la comunicación era fluída. Se habían conocido hacía unos meses a través del chat. A pesar que compartían el idioma, una enorme distancia los separaba, nada menos que el Océano Atlántico...De todos modos no tardaron mucho en construir un puente entre ambos a través de la web...
Mariana era bastante inmadura. Sergio era un hombre estructurado.
-Bueno, mirá, si me decis "A", yo me programo para "A". Y bueno, cuando me cambiás a "B" me desorientás y no sé qué hacer!
-Bueno, no te enojes. Es que a veces siento que lo que tenemos nunca se va a materializar, nunca va a poder funcionar. ¡Estamos tan lejos!...- dijo Mariana mirando a la cámara- Sabemos tanto el uno del otro...Creo que nunca le conté tantas intimidades a nadie que haya conocido de la manera tradicional...-.
-Yo tampoco...sabés que no tengo secretos para vos...No me enojo...No quiero perderte...Ya vas a ver, algún día nos vamos a conocer...-.
-Sergio, yo tampoco quiero perderte, pero...no me digas justamente eso, ¿ Acaso no sabés que "Algún día nunca llega"?
-Bueno, tal vez...

Internet, a través de una gran diversidad de situaciones comunicativas, ya sea por medio del correo electrónico, de las páginas Web, los juego en red, el chat o la mensajería instantánea, ha cambiado la forma en que nos conocemos y nos comunicamos...

jueves, 10 de junio de 2010

Olvido

Laura caminó por el pasillo deseando no haber tenido la necesidad de volver allí. La oscuridad aún era dueña de todos los espacios. Quiso, pero no pudo encender la luz. Con pasos vacilantes se dirigió hasta el último departamento de la izquierda. Probó todas las llaves del manojo que le había facilitado la dueña , antes de acertar con la que abría la puerta. Habían cambiado la cerradura. Cuando al fin consiguió entrar, los recuerdos se agolparon en su mente. Por la ventana de la cocina comenzaba a entrar una suave luz. Pensó que cada mudanza era morir un poco. Recorrió cada ambiente buscándolo. Cuando entró en el dormitorio, se dijo a sí misma que seguramente en sus paredes estarían registradas todas las angustias y tristezas que había vivido allí en los últimos tiempos. Menos mal que todo había terminado. Se dirigió al placard. Al final lo encontró, en el último cajón, al lado de la fotografía. Lo guardó en su bolso y luego observó por un momento la foto.  La tomó en sus manos, la cortó al medio, buscó su encendedor y quemó la mitad en la que aparecía su ex marido. 
Al salir del departamento se sobresaltó. El ruido provenía del  interior del bolso. Era el radio-reloj que había comenzado a sonar puntualmente.

viernes, 4 de junio de 2010

Un cuento

Paula se levantó justo cuando escuchó arrancar el auto. Eso significaba que Esteban no volvería en unas cuantas horas y que los chicos tampoco estarían en la casa. Pensó en volver a acostarse, pero iba a ser inútil. No dejaría de pensar en Martín y lo que había sucedido la noche anterior. Caminó hasta la cocina. La casa estaba helada. Se preparó el mate, amargo, como todos los días. Le ayudaba a pensar, a decidir. Miró por la ventana. Amanecía y se escuchaba el canto de algunos pájaros. Pensó que Martín estaba en lo cierto: le había dicho que sería mejor para los dos alejarse un tiempo. Tal vez sí, tal vez no. Durante meses había sido la única persona que sabía lo que le pasaba. Quizás había sido demasiado para él. Quizás no debería haberle contado los problemas que tenía con su marido. Después de eso cuando chateaban, las conversaciones siempre giraban en torno a lo mismo, siempre terminaban hablando de Esteban...y habían dejado de divertirse.
Se preguntó en qué momento dejó de ser ella misma. Vino a su memoria el cachetazo que su padre le había dado cuando tenía cinco años y ella le preguntó por qué le había pegado a su mamá. Se dirigió hacia el escritorio y buscó papel y una lapicera.  El recuerdo ya no dolía. Se dió cuenta que tampoco le dolían los celos absurdos de su marido y tampoco su amenaza de matarla si se iba con otro. Tampoco le dolían sus contínuas aventuras con otras mujeres ni su avaricia. Cuando pensó en Martín sintió algo de ternura. Pero no le alcanzaba. Ella había querido conocerlo personalmente pero él no. Pensó en sus hijos adolescentes que ni siquiera la saludaban al llegar de la escuela...
Lentamente caminó de nuevo a la cocina. Se sentó en el lugar que ocupaba siempre en la mesa y escribió la carta. Al final, puso la leyenda "Para Esteban" y escribió en letra de imprenta la dirección de mail y la contraseña. Cada día había archivado allí sus conversaciones con Martín. Tomó la carta, salió al jardín y  la colocó en el buzón de la entrada. Esteban la vería al llegar.
Volvió a la cocina y cerró la puerta. Quiso tomar otro mate, pero ya no quedaba agua en el termo. Se levantó y abrió la puerta del horno. Dejó todas las llaves de gas abiertas y se sentó de nuevo a esperar. Pensó que hacía demasiado frío en esa casa...comenzó a sentirse mareada y justo antes de perder la conciencia, encendió el fósforo.

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