Mis amigos...

sábado, 7 de mayo de 2011

El Diario de Analía XXVI


Analía se preguntó quién podría ser a esa hora. Era su amiga Elisa.

- Analía vengo a buscarte, dale ya, cambiate que tengo a alguien para presentarte. Es amigo de mi novio. Dale, sé que te va a gustar.
- No sé Elisa, estoy un poco cansada...
-¡Dale nena! Mirá que no siempre se dan las oportunidades. Dale que están abajo esperándonos.
-¿En serio? 
-¡Pero sí nena! Dale, ¡apurate!
Analía se cambió rapidamente y se estaba maquillando cuando volvió a sonar el timbre. 
- ¡Eli, por favor, fijate quién es!- gritó Analía desde su dormitorio.
Elisa abrió la puerta y le pregunto al hombre quién era. Fue hasta el dormitorio y le dijo a Analía:
-Dice que es tu vecino.
Analía se dirigió hacia la puerta.
-Hola Bruno, ¿cómo estás?¿necesitas algo?
-Compré unas empanadas y un rico vino tinto. Pensaba invitarte, pero veo que estás por salir. Bueno, no te molesto más. 
-No no me molestas, pero es verdad, estoy por salir con mi amiga.
-Ah! Decile a tu amiga que le diga a los del auto que estacione en otro lado, que ahí le van a hacer una multa. Chau.
Cuando Analía cerró la puerta, Elisa le dijo:
-¡Qué hombre! ¡Y lo tenés acá al lado! ¡Qué mirada!
- Vamos Eli, ya estoy lista. 


La noche fue aburridísima. El hombre que le presentaron era muy buen mozo, pero demasiado engreído. Cuando volvió a su departamento se preparó un te de tilo y a pesar de ser bastante tarde, leyó la última hoja de su antiguo diario:


Ha pasado bastante tiempo desde aquella tarde en que le pedí a Pablo que me dejara libre para decidir qué iba a hacer con mi vida. Las cosas se fueron resolviendo por sí solas. Gustavo al volver de ese viaje me propuso irnos de vacaciones juntos al lugar que yo quisiera. Obviamente, acepté.
Creo que eso fue suficiente como respuesta para Pablo, porque cuando volvimos, nos presentó a su nueva novia. Fue un gran alivio para mí, aunque no sé si tanto...Tuve una sensación extraña cuando lo vi con la otra chica. ¡La odié! Ja!
En el fondo, siento que nada me es suficiente. Y podrán decirme que estoy loca, pero, si bien con Gustavo estamos "muuuy bien", siento que es demasiado perfecto y por momentos me resulta aburrido...
La verdad es que ni yo misma me entiendo!
De todos modos, Pablo desapareció a los pocos días y no volví a tener noticias de él....

"Uno toma decisiones a ciegas. Nunca sabe dónde lo va a llevar la vida. Yo elegí a quien me hacía sentir segura y protegida, no a quien amaba verdaderamente. Tal vez si no me hubiera dado tanto miedo lo que sentía por Pablo, y hubiera seguido mis sentimientos más profundos, las cosas hubieran sido diferentes"...

Analía cerró el diario, se recostó sobre el sofá y se quedó dormida profundamente.







(continuará...)









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