Ayer por la mañana me decidí por fin a limpiar mi biblioteca, a sacar todos esos libros amarillentos que ocupaban mucho lugar y no hacían más que juntar polvo. Pensaba despejar varios estantes para colocar todos los nuevos que llegaron a mis manos en estos últimos tiempos.
Pero apenas saqué el primero, resultó ser Tom Sawyer, que fue el primero -diferente a un cuento para niños- que me regaló mi papá cuando tenía nueve años; después apareció el libro de lectura de mi primer grado, luego Miguel Strogoff de Verne, el primero de aventuras que leí, luego el libro Demian de H.Hesse que marcó mi adolescencia, también "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda que me regaló mi mejor amiga cuando cumplí los 17, Papillon todo un canto a la libertad , Mme. Bovary, Fausto, y así un montón más que me hicieron sentir culpable por haberlos dejado tanto tiempo abandonados, sin dedicarles ni una mirada, huérfanos de caricias...
Remendé los más débiles y destartalados y los volví a colocar en los estantes. Son parte de mí, de mi historia...No tengo alternativa: ¡Voy a tener que comprar una biblioteca más grande para que quepan todos!
Tengo una bibliteca muy grande... repartida en varias casas... en diversos lugares. Los he leído todos, hasta sobreponiéndome al tedio que algunos me provocaron.
ResponderEliminarHe llevado siempre conmigo sólo los que leo y releo... entran en una caja grande. Dentro del baúl que uso para mudarme.
En donde quiera que estén, los recuerdo, en cierto modo no me han dejado.
Se me han grabado, de Neruda el poema 20 y la Canción Desesperada.
"Una mujer desnuda y en lo oscuro", de Mario Benedetti, es uno de mis poemas preferidos.
Yo nuncaa me deshago de un libro, son parte de mi, pero cuando me cambié de casa dejé los libros para después traerlos y fue pasando el tiempo hasta que alguien los vendió y me quedé sin libros.
ResponderEliminarTriste historia.