Lau Kwok Hung, el "Escultor de fuego"

Love is the most universal, the most formidable and the most mysterious cosmic energy.

Someday, after mastering winds, waves, tides and gravity, we shall harness the energy of love; and for the second time in the history of the world, Man will have discovered fire.(*)

Pierre Teilhard de Chardin

Beijing, China, 1934

El vacío y la plenitud, lo etéreo y lo tangible, una idea firme y una forma que danza...

Cuando uno logra darse cuenta de algo en una de sus esculturas, inmediatamente cae en la cuenta que aquello que interpretó ya es inadecuado. Esta es la belleza de su arte: nunca te deja en paz. 

Cuando una obra está completa, pierde el interés. Un artista no podría vivir sin estar continuamente creando, mejor dicho, sin ese insaciable impulso de expresar lo que su alma exige que se manifieste. Desoír este deseo puede ser fatal.

Cada una de las creaciones de Hung contiene y a la vez da rienda suelta a aquel eterno empuje de la belleza que no da descanso al corazón, los ojos y las manos, del artista y del espectador. Este último, en la medida en que observa detenidamente la obra, se siente a sí mismo un artista que continúa esa creación, dotándola de sentido.

Las obras de Hung seducen. En ellas se aprecia una perfecta síntesis de diferentes lenguajes unidos por la fuerza del fuego: Sus trabajos son a la vez escultura, dibujo, música, prosa y poesía, teatro...
Hung minimiza su trabajo cuando sostiene que sus obras son como dibujos a lápiz sobre papel. Son mucho más que eso. Sus obras se encuentran íntimamente vinculadas entre sí, actuando mutuamente como causa y efecto, lo cual hace que parezcan una emanación individual única.
En manos de Hung, la ley implacable del fuego es apenas comparable a la inundación impetuosa de su intuición. Como un árbol adherido a la tierra, las figuras de fuego actúan con la misma fuerza del metal fundido capaz de defenderse escurriendo como cuentas, y sin embargo, obediente a la inteligencia del artista.

Fuente
El Escultor de fuego: biografia

(*) "El Amor es la más universal, la más formidable y la más misteriosa energía cósmica.
Algún día, después de dominar los vientos, las olas, las mareas y la gravedad, aprovecharemos la energía del amor. Y por segunda vez en la historia del mundo, el Hombre habrá descubierto el fuego".