Apenas sonó el despertador se levantó, se vistió y tomó el desayuno. Desde hacía un par de días le dolía un poco la cabeza, pero no le dió importancia. Sólo tomó una aspirina y salió. No era un ejecutivo, tampoco médico y menos abogado, aunque cuando era niño soñaba con serlo. Pero él sabía que Elena lo amaba igual.
Las calles de Buenos Aires comenzaban a llenarse de hojas secas, que el viento fresco arremolinaba en las esquinas. El color de las hojas le hicieron recordar el cabello de Elena. ¡Era tan suave! Le gustaba cuando ella colocaba su cabeza sobre su pecho. Él acariciaba esa melena dorada, que le hacía recordar los campos de trigo que había cerca de su pueblo natal y que le gustaba observar cuando las espigas se mecían con el viento. Caminó por Medrano hasta llegar a Corrientes y de allí hasta la boca del subterráneo. El dolor de cabeza y el sol que se asomaba por pequeños espacios entre los edificios, no le permitían abrir bien los ojos. Elena siempre le hacía bromas y le decía que si no usaba anteojos para el sol, se iba a quedar con los ojos arrugados antes de tiempo. Pensó que debería haberse comprado esos anteojos que había visto aquel día. Elena se hubiera reído como loca. Pero ya no importaba, no iba a volver por aquel barrio. Entró por la boca del subterráneo. Como todos los días, estaba repleto de gente, la mayoría con el sueño nocturno aún colgando en sus pestañas. Vio un mendigo acostado en un banco de la estación. Tenía la boca abierta y los ojos hundidos. Parecía muerto. Pero no estaba sobre un charco de sangre como Elena cuando le pegaron un tiro para robarle el bolso. El día que la mataron ella había estado esperándolo en esa misma estación, sentada sobre ese mismo banco. ¡La extrañaba tanto! Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Se detuvo. Sentía que su cabeza iba a explotar de dolor. Miró a su alrededor. La gente se amontonaba, esperando la llegada del tren. En el fondo del túnel se veía la luz del convoy que se aproximaba. Hipnotizado por esa luz que iba creciendo se acercó al borde del andén. En el último instante, antes de arrojarse a las vías, recordó la voz de Elena diciéndole que lo amaba.
Se detuvo. Sentía que su cabeza iba a explotar de dolor. Miró a su alrededor. La gente se amontonaba, esperando la llegada del tren. En el fondo del túnel se veía la luz del convoy que se aproximaba. Hipnotizado por esa luz que iba creciendo se acercó al borde del andén. En el último instante, antes de arrojarse a las vías, recordó la voz de Elena diciéndole que lo amaba.
Hola:
ResponderEliminarPaso a saludarte y a desearte un feliz finde, amiga.
Quiero compartir contigo el Premio Primavera porque tu blog es un jardín de letras.
Con mucho cariño.Un abrazo.!!
Que historia tan triste, pareciera que hablas de un hecho de aquí, no aguantó la ausencia de Elena.
ResponderEliminarBuen relato Maribé.
Un beso.
Amiga, que texto tan terrible... Tremendamente impactante... Tan real como lo es la vida...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
que tal..! pasaba a saludarte
ResponderEliminary a invitarte a pasar por mi blog..
he subido un texto nuevo..
te dejo un fuerte abrazo!!!
María, tienes unas letras impecables, vienen con imágenes incluidas. tus personajes son impactantes, tiene los matices exactos, la seguridad debida y se acopla a la realidad. sí, por si fuera poco un desliz de cada detalle expuesto.
ResponderEliminarNo soy nadie para examinar tus escritos, pero mereces tanto que te digan lo bello que lo haces. Sé que lo haces porque fluye de ti, pero mereces este aplauso.
Quisiera saber que sucederá con Elena, ese tipo debió haberse ido por lo menos con la esperanza de haber sentido profundo.
Maribe, hermoso y preciso relato.
QUE MARAVILLOSO TEXTO Y QUE FINAL.
ResponderEliminarES TRISTE PERO A VECES ESAS MUSAS SON LAS QUE NOS INSPIRAN MÁS. YO CUANDO ESTOY CONTENTA NO PUEDO ESCRIBIR...
TENGO CUENTOS PARECIDOS... ES REAL. VOS LO HACES MUY BIEN.
LA TRAMA PERFECTA.
PD. VI TU BLOG DE PREMIOS, EN EL MIO HAY ALGUNOS, TE LOS OBSEQUIO DE TODO CORAZÓN. ESTÁN PARA MIS LECTORES Y VOS SOS UNO DE ELLOS, SI TE GUSTAN POR SUPUESTO.
BESITOS
Gracias Rayén, ahora me voy a tu rinconcito especial!
ResponderEliminarBesos
Malque:
ResponderEliminarEs verdad, es muy duro perder a quien amas..
Cariños
Hola Antiqva:
ResponderEliminarLa vida a veces nos coloca en situaciones terribles...
Un beso
¡Cómo no, Allek! Ya me voy a visitar tu blog!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita.
Saludos
Muchas gracias Ambrosía!
ResponderEliminarEse hombre amaba profundamente a Elena. Ella murió cuando quisieron robar su bolso...
Besos
Muchas gracias Luján, que bueno que te haya gustado el cuento.
ResponderEliminarEse blog de premios aún no lo terminé de armar jeje!
Te agradezco que me hayas ofrecido los tuyos.
Un beso
ouch... =..(
ResponderEliminarHola todavia:
ResponderEliminarEs sólo un cuento...No lo es, pero parece real, porque a veces sucede...
Saludos
Un texto muy duro, mi querida amiga, debo reconocer que me deja un mal sabor...
ResponderEliminarUn beso enorme.
Humberto.
Que difícil ha de ser ceder a un impulso tan grande como la soledad profunda y la tristeza total e inevitable, no hallar otra salida y drse muerte.
ResponderEliminarExcelente relato Maribe, me sorprendió.
Cuídate, que estés muy bien, luego nos leemos.
HOLA QUERIDA AMIGA
ResponderEliminarHOY ES EL DIA DEL PADRE, LES DEJO UN CARIÑOSO SALUDO A LOS PAPÁS DE TU FAMILIA.
BESITOS
UN ABRAZO PARA VOS.
HASTA SIEMPRE.
Hola M.B.:
ResponderEliminarEn realidad no me gustó.
El mismo planteo de aquel otro cuento, de la mujer que se suicida.
La otra por desamor, y éste por amor.
¿Podrá volver a los cuentos cálidos?
Saludos cordiales.
D.
Si bien se trata de una tragedia, el cuento está muy bueno, con ese final inesperado.
ResponderEliminarTe felicito!
Besos
Hola Humberto:
ResponderEliminarPienso que lo peor que podría sucederle a un escritor es que su cuento resulte indiferente a los lectores, no te parece?
Un beso
Hi:
ResponderEliminarYes I'm again.
One question: you feel pleasure at write this tales?
What type of thinking is?
The dark side of Maribé.... mmm?
I can not believe that.
Please darling you have that use the middle-smile.
The middle-smile is more closest that your nose.
(You have a beautifull nose but your smile is the best).
Hola Pherro.
ResponderEliminarPienso que alguien que toma semejante decisión ya no aguanta más y no ve otra salida...
Me alegro que te haya gustado.
Muchas gracias por tus palabras.
Cuídate. Nos leemos
Besos
Muchas gracias Luján! Saludos también para los tuyos!
ResponderEliminarHasta siempre amiga!
Un beso
Hola D:
ResponderEliminarMe gusta tu sinceridad. Pero, que el cuento te guste o no, es lo de menos. El relato movilizó alguna fibra en vos y ese era el efecto buscado. Para mí hubiera sido peor que te resultara desabrido o te dejara indiferente.
La vida es así D, pasan cosas buenas y malas. Sin las malas, no sabríamos apreciar las buenas...
Siempre es grato leerte por aquí y siempre sos bienvenido.
Que pases un lindo Día del Padre.
Besos
Maribé
PD: La culpa de todo la tiene la Musa Inspiradora que esa noche estaba muy triste por un amor casi imposible...(Shh! El Fauno no lo sabe...)
Me alegra que te haya gustado Nicole.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar!
Saludos
Writing is a pleasure for me. I enjoy write sad stories or happy tales.
ResponderEliminarThanks for your visit and your comment!
Greetings
HOLA CÓMO ESTÁS!!
ResponderEliminarUN PREMIO TE ESPERA EN MI BLOG:
http://participes.blogspot.com/
SALUDOS!!
PAT
Hola Maribé, deseo que estés bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado tu relato, como la vida misma, a veces triste otras al revés... Maravilloso. Saludos.
ResponderEliminarGracias Patricia!
ResponderEliminarYa me voy a buscarlo a tu blog.
Besos
Si, estoy bien Malque. Con algunso problemitas de salud, pero bien.
ResponderEliminarCuídate amiga. :)
Un beso
¡Bienvenida Madga!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el cuento.
Gracias por quedarte!
Saludos :)