Después de tanto tiempo, apareciste. Parece mentira, pero me hace bien tu presencia. A veces me siento un poco mal por esto de disfrutar que estés, pero bueno, las cosas son así y es mejor aceptar lo que sucede dentro de uno. Y me divierte jugar a las escondidas. Es algo efímero, o no, no me doy cuenta todavía ni puedo predecir que pasará en mí, si me cansaré o empezare a ilusionarme con otra cosa, no lo sé. Sé que desde aquel momento veo las flores del lapacho más amarillas y hay una pareja de zorzales que vienen a cantar por las tardes en el ciruelo de mi patio..
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