Ramona y Oliverio

Esa mañana Ramona  se levantó temprano. Desde hacía unas semanas tenía la misma pesadilla. Soñaba que un lagarto con la piel húmeda y resbalosa, dormía a su lado. Ella se despertaba asqueada por la horrible sensación del lagarto sobre su cuerpo... 

Preparó el desayuno como siempre para su marido y para ella. El Oliverio se levantó gruñendo como todos los días. Pero a eso ya estaba acostumbrada.

- Vos sabés Oliverio que deben haber fumigado el barrio, porque ya no veo todas esas hormigas negras que siempre estaban dando vueltas en el piso y las alacenas de la cocina- dijo Ramona mientras untaba una galleta con mermelada.

Pero el Oliverio no contestó. Sin mirarla, se dio media vuelta y salió de la casa, sin cambiar su cara de malhumor.

Ramona se quedó unos pocos minutos pensando en él y su mal carácter, que había empeorado en las últimas semanas. Lo que le había resultado más raro fue que nuevamente dejara el desayuno sin tocar sobre la mesa. Pero como también ella tenía que ir a su trabajo, tomó su pequeña cartera, y salió corriendo de la casa para tomar el ómnibus.

Ramona trabajaba en una pequeña y moderna oficina del centro de la ciudad, bastante alejada de su humilde casita. Se sentía muy cómoda en su trabajo. Algunas tareas de limpieza, algunos mandados y servir el café a Don Pascual, el jefe y a sus dos empleados, Paulita y Guillermo, que eran muy amables con ella.

Mientras servía el café, escuchó atenta la conversación entre los jóvenes, sólo por curiosidad...

-Anoche, me puse a investigar y ver si salía algo en Internet- dijo Guillermo- y la historia que encontré es alucinante.

-A ver... ¿y qué decía?

- Mirá decía que esa raza de extraterrestres iba a volver al planeta dentro de muy poco tiempo, y digo volver, porque esos lagartos...

-Lagartos??? Guille, por favor, dejá de ver tantas películas de ciencia ficción..

-No, en serio, dicen que ellos crearon al primer ser humano y que pronto su planeta volverá a  pasar muy cerca de la Tierra y entonces nos exterminarán, porque los que se quedaron, ya se reprodujeron bastante y están preparando todo para la invasión. Toman la forma de humanos y se alimentan de insectos.

-Ay, Guillermo, lagartos, invasiones, vos te crees cualquier cosa! Además hay seres humanos que comen insectos, como en algunos países de Oriente y eso no los hace lagartos... No tenés que creer todo lo que lees en la red.

-Mirá, no sé si es verdad o mentira...pero la invasión y exterminio de la humanidad está prevista para el 2012..

-Jajaja! Ponete a trabajar querés...

Ramona escuchó todo esto un poco preocupada. Pero siguió con sus tareas y al terminar su horario de trabajo, se dirigió de nuevo a su hogar. Allí se encontró con el Oliverio.

- Parece que va a venir tormenta- dijo Ramona.

Oliverio lo único que dijo fue que no iba a comer nada, así que Ramona cenó sola en la cocina, para  luego ir  a acostarse. Cuando lo hizo, Oliverio ya estaba dormido, así que Ramona se dio media vuelta y muy pronto se durmió profundamente.

Fue el estruendo por la caída de un rayo el que la despertó. Como se asustó, lo buscó instintivamente al  Oliverio, pero no estaba a su lado. Se levantó tambaleante, pensando que quizás su marido estaba cerrando las ventanas por la tormenta, o algo así. Quiso encender la luz, pero la electricidad estaba cortada. Caminó en la oscuridad hacia la cocina. El resplandor de un nuevo rayo iluminó el lugar y entonces lo vió:  Un lagarto con el piyama del Oliverio, arrastrándose por el piso, comiendo con su larga lengua pegajosa un montón de hormigas negras.